¿Sabías que el flan tiene su origen en la antigua Roma, cuando se empieza a incorporar a la alimentación los huevos de gallina? Ya en la época Medieval este postre se tomaba durante los días de la Cuaresma en los que no se podía consumir carne.
A partir del siglo VI, esta receta empieza a extenderse, llegando a Francia y España, pero ya como el flaan tal y como lo conocemos hoy día, con una base de caramelo líquido elaborado con azúcar que, tras terminar su cocción y enfriado, se invierte para que este bañe a todo el flan. ¡Lo crearon los franceses y es de lo mejorcito que han elaborado! Y a partir de ahí se extiende a todo el mundo, añadiendo toques de todo tipo dentro o por encima: aderezos, frutas, nata, etc.