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Sopa de cebolla

69

votos
Fácil 4
personas
10 min.
de preparación
35 min.
de cocción
Vegetariano

Qué me aporta esta receta...

Sopa de cebolla
Receta de Maggi
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Cuando llega el frío, ¡nada como un buen plato de cuchara para entrar en calor! Esta sopa de cebolla es una propuesta deliciosa para entonarnos durante los meses de otoño e invierno, con una historia cuyo origen se remonta a la Edad Media. Con esta propuesta, en Nestlé Cocina te invitamos a descubrir el incomparable sabor de esta sopa centenaria originaria de Francia, pero que hoy forma parte del recetario tradicional de muchos países europeos.

Al igual que la tortilla de patata, los pasteles de carne o las empanadas, la sopa de cebolla es una receta de origen humilde, que sirvió para llenar el estómago de los europeos en épocas de hambrunas. Hoy en día, esta receta es una opción fantástica como primer plato o para una cena ligera, que puede sacarte de muchos apuros cuando tienes improvisar con lo que tienes a mano en la despensa en ese momento, ya que solo necesitas unas cebollas y un poco de caldo para prepararla.

¿Te gustaría conocer más sobre la historia de la sopa de cebolla? Más abajo, te contamos más curiosidades sobre esta receta de esencia medieval, que consiguió conquistar a los paladares de todas las clases sociales, desde los trabajadores más humildes a la aristocracia. Y tú, ¿a qué esperas para probarla?

Cuando pensamos en la Edad Media, a muchos nos vendrán a la cabeza los opulentos banquetes celebrados en los suntuosos palacios de los nobles europeos o en las mansiones solariegas de los grandes señores feudales. Sin embargo, la sopa de cebolla es una receta típica del pueblo llano, que nos demuestra que, agudizando el ingenio, es posible disfrutar de una buena comida casera, por muy escasos que sean los alimentos disponibles.

Las referencias documentadas más antiguas a esta receta las encontramos en el libro de cocina “Le viandier” de Taillevent, publicado en el siglo XIV. Sin embargo, fue en París donde, siglos más tarde, la sopa de cebolla se convirtió en la popular receta que conocemos hoy en día. Al principio, esta sencilla sopa era un plato que acostumbraban a tomar los trabajadores de las Halles de París, el mercado central de abastos de la capital francesa. Sin embargo, con el tiempo la sopa de cebolla también se hizo muy popular entre los trasnochadores, que se servía en los bares, tabernas y restaurantes de este barrio para entonar el cuerpo tras una larga noche de fiesta.

La sopa de cebolla tradicional parisina se preparaba con cebolla sofrita en mantequilla, aunque también puede utilizarse aceite de oliva, hervida después en agua o caldo de carne o de verduras. Para servirse, solía utilizarse un cuenco o un tazón en cuyo fondo se colocaba una rebanada de pan, una costumbre muy típica en la Edad Media.

La principal aportación de los cocineros parisinos a la receta tradicional de la sopa de cebolla fue la incorporación del queso rallado, normalmente de variedades gruyere o emmental. En la “gratinée des Halles”, que triunfó en el París del siglo XIX, la rebanada de pan se colocaba sobre el tazón y se espolvoreaba con pan rallado. Después, se gratinaba en el horno durante unos minutos hasta que el queso quedara bien dorado y crujiente.

En esta receta, nos hemos inspirado en esta sopa de cebolla francesa gratinada tradicional para ofrecerte un plato con una preparación todavía más sencilla y rápida. Por supuesto, si tienes caldo de cocido o de verduras de sobra, esta receta es una ocasión perfecta para aprovecharlo pero, si no es el caso, puedes conseguir el mismo efecto utilizando agua y una pastilla de caldo concentrado.

Además, en esta versión también añadiremos una yema de huevo sobre las rebanadas de pan. De esta forma, convertiremos a nuestra sopa de cebolla en una propuesta culinaria todavía más completa, incorporando proteínas. El resultado: ¡una sopa casera deliciosa, con la que conseguirás que todos rebañen el plato!