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Pasteles de carne
Si has apostado por la carne como plato principal y estás buscando formas originales de prepararla, ¿por qué no te animas con un suculento pastel de carne? Estos pasteles rellenos nos evocan a los banquetes medievales, con sus mesas rebosantes de deliciosas viandas, acompañadas de cerveza y vino con especias. Una receta digna del paladar de un rey, ¡que no puedes dejar de probar!
El pastel de carne es una receta con siglos de historia, aunque en Europa se hizo popular sobre todo durante la época medieval. Conocidos como ‘pies’, estos pasteles se preparaban con una masa de manteca y harina, para conseguir una textura dura y consistente. Como relleno, se utilizaba carne de cordero o pato, aunque lo más habitual era utilizar carne de paloma, más asequible que las anteriores.
Según apuntan algunos historiadores, parece que en estos primeros pasteles de carne, la función principal de la masa era servir de recipiente. Después de que los nobles y señores dieran cuenta del relleno, la masa solía ser ofrecida como comida para los sirvientes. Más tarde, los cocineros franceses e italianos perfeccionaron el pastel de carne medieval incorporando el hojaldre, con lo que consiguieron que la masa resultara un bocado mucho más apetecible.
Tras el descubrimiento del Nuevo Mundo, esta receta formó parte del acervo culinario que los exploradores llevaron al continente americano, donde el pastel de carne se convirtió en un plato muy apreciado.
En España, merece una mención especial el pastel de carne murciano, de herencia árabe, elaborado con carne de ternera, chorizo, huevo y especias, con una base de pasta brisée y cobertura de hojaldre, o el pastel de liebre, muy popular a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. A nivel europeo, el pastel de carne también es una receta destacada en la gastronomía británica, en la que es típico rellenarlos con carne de caza.
Como podrás comprobar, uno de los grandes atractivos del pastel de carne es su versatilidad. La carne picada, normalmente de cordero o cerdo, suele ser el ingrediente principal de su relleno, aunque la carne de ave, como el pollo o el pavo, también es perfecta para esta receta. Para completar el relleno pueden añadirse todo tipo de verduras y hortalizas picadas, como cebollas o pimientos, además de huevos, queso o puré de patatas. Las especias -romero, tomillo, eneldo, perejil...- también son un ingrediente fundamental para aderezar cualquier pastel de carne.
A continuación, te proponemos diferentes formas de preparar este plato de esencia medieval, con propuestas adaptadas a los paladares modernos. ¡Anímate a descubrirlas!
El pastel de carne es una receta con siglos de historia, aunque en Europa se hizo popular sobre todo durante la época medieval. Conocidos como ‘pies’, estos pasteles se preparaban con una masa de manteca y harina, para conseguir una textura dura y consistente. Como relleno, se utilizaba carne de cordero o pato, aunque lo más habitual era utilizar carne de paloma, más asequible que las anteriores.
Según apuntan algunos historiadores, parece que en estos primeros pasteles de carne, la función principal de la masa era servir de recipiente. Después de que los nobles y señores dieran cuenta del relleno, la masa solía ser ofrecida como comida para los sirvientes. Más tarde, los cocineros franceses e italianos perfeccionaron el pastel de carne medieval incorporando el hojaldre, con lo que consiguieron que la masa resultara un bocado mucho más apetecible.
Tras el descubrimiento del Nuevo Mundo, esta receta formó parte del acervo culinario que los exploradores llevaron al continente americano, donde el pastel de carne se convirtió en un plato muy apreciado.
En España, merece una mención especial el pastel de carne murciano, de herencia árabe, elaborado con carne de ternera, chorizo, huevo y especias, con una base de pasta brisée y cobertura de hojaldre, o el pastel de liebre, muy popular a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. A nivel europeo, el pastel de carne también es una receta destacada en la gastronomía británica, en la que es típico rellenarlos con carne de caza.
Como podrás comprobar, uno de los grandes atractivos del pastel de carne es su versatilidad. La carne picada, normalmente de cordero o cerdo, suele ser el ingrediente principal de su relleno, aunque la carne de ave, como el pollo o el pavo, también es perfecta para esta receta. Para completar el relleno pueden añadirse todo tipo de verduras y hortalizas picadas, como cebollas o pimientos, además de huevos, queso o puré de patatas. Las especias -romero, tomillo, eneldo, perejil...- también son un ingrediente fundamental para aderezar cualquier pastel de carne.
A continuación, te proponemos diferentes formas de preparar este plato de esencia medieval, con propuestas adaptadas a los paladares modernos. ¡Anímate a descubrirlas!
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