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Pasta a la carbonara

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30 min.
de preparación

Qué me aporta esta receta...

Pasta a la carbonara
Receta de Ideal
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¿Eres amante de la cocina italiana? La pasta es uno de los alimentos básicos de la dieta mediterránea, fabuloso desde el punto de vista nutricional y extraordinariamente versátil en la cocina. Con esta pasta carbonara, te invitamos a descubrir uno de los platos más famosos de la gastronomía italiana, completo, equilibrado, ¡y delicioso!

La pasta carbonara es una receta originaria de la región del Lacio. Algunos historiadores consideran que su nombre hace referencia a los “carbonari”, encargados de la producción de carbón vegetal en los Apeninos. Para otros, la pasta carbonara fue bautizada así por el aspecto que la pimienta negra daba a la salsa, tiznándola de negro. La primera referencia documentada a esta receta data de 1839, con la publicación del libro Cucina teorico-pratica, escrito por el napolitano Ippolito Cavalcanti.

Si estás buscando recetas para darle más variedad a tus menús, la pasta a la carbonara es una opción ideal como plato único, que encantará a grandes y pequeños. La pasta es un alimento bajo en grasas, que nos aporta hidratos de carbono de absorción lenta, además de ser rico en fibra.

¿Quieres saber más sobre la historia de la pasta carbonara? Más abajo te contamos otras muchas curiosidades sobre esta receta clásica, con toda la esencia de Italia.

A pesar de sus orígenes humildes, actualmente la pasta carbonara se ha convertido en una de las recetas italianas más conocidas en todo el mundo, irresistible por su exquisita combinación de sabores y texturas: pasta al dente, bacon crujiente y queso, para darle ese toque cremoso único.

¿Sabías que la pasta carbonara tradicional se prepara sin nata? Para esta receta, nos hemos inspirado en la salsa carbonara original, elaborada únicamente a base de huevos, queso, aceite de oliva y pimienta negra. En algunas recetas, se usan únicamente las yemas para preparar la salsa y en otras solo se añade la mitad de las claras, con lo que la salsa queda más densa y con esa coloración amarillenta tan característica.

La panceta o el bacon tampoco figuraba entre los ingredientes de la receta original. Su incorporación a la pasta carbonara tuvo lugar con la llegada de las tropas británicas y estadounidenses a la región del Lazio en 1944, como parte de las fuerzas aliadas combatientes en la Segunda Guerra Mundial. Al parecer, los huevos y la panceta eran alimentos habituales en el rancho de los soldados. Buscando un poco de variedad, los italianos decidieron añadirle guanciale para conseguir un plato más nutritivo. Desde luego, ¡la idea fue todo un éxito!

El guanciale es una chacina típica de la región del Lacio y Umbría, preparada con careta o carrillos de cerdo. Además de la pasta carbonara, esta carne se utiliza también en otras recetas clásicas como la pasta amatriciana. Hoy por hoy, lo más habitual es utilizar panceta o bacon como alternativa.

Sabías que...

¿Sabías que la pasta carbonara tradicional se prepara con una variedad de queso muy concreto, conocido como Pecorino Romano?

Se trata de un queso curado típico de esa región italiana elaborado con leche de oveja, muy fácil de reconocer por su sabor intenso y ligeramente salado. No obstante, esta receta también te quedará estupenda si utilizas cualquier tipo de queso de sabor potente, como el parmesano o el Gruyere.

Si quieres descubrir el secreto para triunfar con esta especialidad italiana, en Nestlé Cocina te contamos cómo hacer carbonara auténtica al estilo tradicional. Así, podrás probar esta pasta a la carbonara en su versión más clásica, usando solo huevo, queso y guanciale o bacon.

Además, si te apetece este platazo de pasta carbonara pero te remuerde la conciencia al pensar en las calorías… no te preocupes. ¡En el mundo de la cocina siempre hay alternativas! Si quieres aprender cómo hacer salsa carbonara ligera, en Nestlé Cocina tenemos muchos tips y consejos que te ayudarán a conseguirlo. Una forma muy sencilla de hacerlo es sustituyendo la nata por leche evaporada como en esta receta, una opción ideal para reducir el nivel calórico de este plato sin renunciar a esa textura cremosa que lo hace tan irresistible.