Cómo congelar correctamente garbanzos cocidos y otras legumbres
04/12/2018Las legumbres secas pueden conservarse durante meses, incluso un año, sin echarse a perder. Por tanto, son un buen fondo de despensa, aunque para cocinarlas hay que tener la previsión y el tiempo necesario para el remojo (12 horas) y la cocción. La buena noticia es que se pueden congelar los garbanzos cocidos, y otras legumbres, para tenerlas disponibles cuanto tengamos una urgencia y no queramos usar conservas.
Las legumbres se conservan secas, es decir que casi no tienen agua. El agua, junto con la temperatura, es uno de los factores decisivos para que las bacterias proliferen y la comida se estropee. Así pues, unas legumbres cocidas, es decir llenas de agua otra vez, solo se conservarán unos días en la nevera. Pero al congelar garbanzos, lentejas o alubias cocidas, alargamos su uso hasta varios meses.
CONGELAR LEGUMBRES HIDRADATAS
Una buena manera de ahorrar tiempo y tener legumbres disponibles a menudo es congelar garbanzos o alubias una vez hidratadas o remojadas. La mayoría de legumbres secas, excepto algunas lentejas, hay que ponerlas en remojo. Si ponemos más cantidad de legumbre a hidratar de la que necesitamos para cocinar, no hay ningún problema. Las escurrimos bien y las metemos en una bolsa o recipiente hermético y las congelamos tal cual. Cuando las necesites, las tendrás preparadas para cocer sin tener que pensar el día antes a ponerlas en agua.
CÓMO REMOJAR LAS LEGUMBRES
Para hidratar garbanzos, alubias y otras legumbres hay que tener en cuenta algunos trucos. La proporción de agua es de 3 o 4 litros por cada kilo de legumbre y podemos añadir unos 5 gramos (una cucharadita pequeña) de bicarbonato en el agua para que queden más tiernas.
Las tendremos en remojo entre 10 y 12 horas sin cambiar el agua, por tanto, es ideal ponerlas a hidratar durante la noche para tenerlas listas al día siguiente. Si hace mucho calor, es mejor ponerlas en la nevera para evitar que fermenten. Después se escurren y aclaran bien antes de cocinar.
En caso que tengamos la intención de cocinarlas en una olla exprés podemos prescindir del bicarbonato en el remojo.
Para congelar estas legumbres, las escurrimos muy bien y las ponemos en bolsas herméticas. No hace falta más. Un buen consejo es usar etiquetas para identificar la fecha de congelado y la cantidad de raciones que hay en cada bolsa.
CÓMO CONGELAR GARBANZOS COCIDOS
Los garbanzos se pueden congelar cocidos al natural o bien cocinados ya en forma de guiso o potaje. Si los queremos congelar cocidos en agua y sal, después del remojo debemos cocinarlos siguiendo estos pasos.
Con olla normal: Ponemos agua a hervir en una olla, unos 3 o 4 litros. Cuando el agua está hirviendo, añadimos los garbanzos. Cuando lleven un par de minutos a fuego fuerte, bajamos a potencia media y retiramos la espuma que se vaya formando. Si la olla se va quedando sin agua, añadimos más pero siempre caliente. En total, cocinaremos los garbanzos durante una o dos horas, hay que ir probando para acertar el punto dependiendo de cada tipo de garbanzo. Una vez cocidos, podemos añadirles un poco de sal.
Con olla exprés: El procedimiento es el mismo en una olla exprés, solo que el tiempo de cocción se reduce a unos 30 minutos.
Una vez tenemos los garbanzos cocidos, los escurrimos, los dejamos enfriar y los podemos congelar en bolsas o recipientes herméticos.
CÓMO CONGELAR LENTEJAS
Sí, también se pueden congelar las lentejas cocidas perfectamente. Pero como no todas las lentejas necesitan remojo, no tiene sentido congelarlas hidratadas.
Si las queremos guardar una vez cocinadas, primero hay que limpiarlas bien bajo el grifo y cocerlas. Para ello las pondremos en una olla con agua fría. Cuando hierva, bajamos el fuego y las dejamos cocinar lentamente hasta que estén tiernas.
Las lentejas necesitan entre 30 minutos y una hora de cocción (dependiendo del agua y de tipo de lenteja) en una olla normal. Si usamos olla exprés, el tiempo se reduce a entre 10 y 20 minutos.
Si queremos conservar las lentejas cocidas en la nevera durante unos días, es mejor hacerlo cubiertas por su misma agua de la cocción. Para congelarlas, las escurrimos bien antes de ponerlas en una bolsa o recipiente hermético. Como en el caso de los garbanzos, es importante etiquetar cada bolsa con la fecha de congelación y el número de raciones o cantidad.
CÓMO CONGELAR ALUBIAS
Del mismo modo que se pueden congelar los garbanzos, se pueden congelar también las alubias. Ya hemos mencionado antes la opción de congelar legumbres remojadas para tenerlas a punto cuando queramos preparar un guiso o cocido. Esto, por supuesto, se puede aplicar tanto a garbanzos como alubias como otras legumbres secas que necesiten remojo.
Para las alubias también se puede aplicar lo que hemos explicado sobre cómo se pueden congelar las legumbres cocidas, tanto en olla convencional como olla exprés, una vez frías y bien escurridas.
La principal diferencia a la hora de cocinar las alubias es que, al contrario que los garbanzos, las pondremos al fuego con el agua fría, y si hay que añadir agua a la olla, siempre será fría. Los tiempos de cocción dependen del tipo de olla y del tipo de alubias.
CONGELAR LEGUMBRES GUISADAS
Hasta ahora hemos visto como congelar legumbres o bien en remojo o bien cocidas al natural para usar posteriormente en diferentes recetas. Existe una otra opción para congelar legumbres: en guiso.
Congelar guisos de legumbres nos permite tener en el congelador platos listos para comer. Es una magnífica opción para tener comida casera aun cuando no tenemos nada de tiempo. Los guisos de legumbres se pueden congelar en recipientes herméticos una vez bien fríos. Pero, atención, siempre que estos guisos no incluyan ni patata ni harinas o féculas en la salsa. Estos alimentos modifican su textura con la congelación y no son nada agradables de comer una vez descongelados.
Y, por supuesto, siempre puedes acudir a las legumbres en lata que se conservan durante mucho tiempo. Litoral tiene una gama completa de legumbres muy resultonas que solo hay que calentar ¡y listo!
Con todos estos trucos y consejos, podemos tener siempre a mano una buena ración de legumbres. Recuerda que las legumbres son uno de los platos estrella de la dieta mediterránea y nos aportan una gran cantidad de nutrientes y casi nada de grasa. Se recomienda comer entre tres y cuatro raciones a la semana en platos de cuchara, pero también en ensaladas, salsas o cremas.