En un bol, batir ligeramente la mantequilla con la leche condensada y unas gotas de extracto de vainilla.  

Añadir la harina tamizada, la maicena y una pizca de sal. Mezclar hasta obtener una masa uniforme.  

Refrigerar la masa durante 1 hora. 

Colar la mermelada, para eliminar grumos. 

Precalentar el horno a 180ºC.

Hacer 21 bolas y utilizar una de ellas para hacer 20 bolitas pequeñas con las manos.

Aplastar las bolitas más grandes con ayuda de un vaso, sobre una bandeja de horno forrada con papel vegetal, y colocar en el centro una bolita de las pequeñas.

Utilizar la yema del dedo o el extremo de una cucharita para dar forma a los pétalos de una flor alrededor de la bolita central.

Rellenar con la mermelada.

Refrigerar las galletas 1 hora.

Hornear unos 15 minutos.

Dejar templar sobre una rejilla.

Preparar el café y dejar enfriar.

Poner la leche condensada en la base de un vaso.

Añadir hielo al gusto.

Verter el café.

Añadir la leche evaporada.

Por último, batir la leche fría con un espumador hasta que quede cremosa y añadir sobre el café, dejando la espuma en la parte superior.

Mezclar antes de consumir.

Lavar bien las limas, quitar la parte inferior y la superior donde esté el rabito y cortar en cuartos. Desechar la parte blanca del interior. 

Poner en el vaso triturador los trozos de lima, con el agua y la leche condensada.

Triturar de 5 a 10 segundos y colar haciendo presión con una cuchara.

Servir inmediatamente con hielo.

Poner la leche condensada en la base de un vaso.

Sumergir el espumador de leche apagado en la leche condensada y encenderlo para hacer círculos a lo largo del vaso.

Repetir el proceso con el topping de chocolate, intercalando los círculos con los de leche condensada.

Añadir hielo al gusto.

Preparar el café y verter sobre el hielo.

Mezclar antes de consumir.

Mezclar con ayuda de unas varillas de mano, el agua con el café soluble hasta que se disuelva. Incorporar la leche condensada y volver a mezclar.

Batir la mantequilla con la yema, con ayuda de una espátula. Incorporar la mezcla de leche condensada y café.

Añadir las harinas y el cacao puro natural tamizados y mezclar hasta obtener una masa uniforme.

Para dar forma a las galletas de granos de café: hacer 11 rollitos de unos 50g con la masa, cortar en 10 porciones, moldear en forma ovalada y hacer un corte longitudinal con ayuda de un cuchillo.

Colocar sobre una bandeja con papel de horno y refrigerar 1 hora.

Precalentar el horno a 170º C y sacar la bandeja de la nevera.

Hornear las galletas unos 12 minutos.

Dejar enfriar en una rejilla.

En un vaso añadir la leche condensada.

Preparar el café y, mientras, batir con un espumador la leche caliente hasta conseguir una textura aireada y cremosa.

Verter el café sobre la leche condensada.

Añadir la leche, dejando la espuma en la parte superior.

Mezclar antes de consumir.

Limpiar bien los limones, cortarlos por la mitad a lo largo y extraer la pulpa con ayuda de una puntilla y una cuchara. Desechar las semillas y toda la parte blanca que sea posible retirar. Reservar los limones vacíos.

Triturar 350 g de las pulpas y pasar la preparación por un colador.

Mezclar el puré de limón con la leche condensada y las yemas de huevo y pasar a un cazo.

Poner a calentar a fuego bajo, sin dejar de remover. Cuando hierva, remover 5-10 minutos más hasta que espese ligeramente.

Pasar a un bol. Dejar enfriar el curd de limón en la nevera cubierto con papel film tocando la superficie, para que no se forme piel.

Repartir la crema en los limones y servir.

En una jarra, añadir el café soluble y el agua caliente.

Batir con una batidora de varillas eléctrica hasta obtener una espuma suave y aireada. Incorporar la leche condensada y volver a batir.

En un vaso, poner hielo al gusto y añadir la leche.

Verter encima la crema de café.

Remover antes de consumir.

Preparar el café y dejar enfriar.

En un vaso batidor añadir el hielo, el café y la leche condensada.

Triturar hasta conseguir una textura de granizado.

Servir inmediatamente.